Porqué el sexo no es tan sano como nos dicen en Facebook. Tatiana Sibilia

Un texto Sensacional, sobre un tema muy controvertido. Según estudios recientes, solo una de cada tres mujeres experimenta el orgasmo regularmente,  mientras la disfunción eréctil y la eyaculación precoz constituyen uno de los problemas de carácter sexual más frecuente entre los hombres. Algo fácil de asimilar teniendo en nuestra limitada conciencia psico afectiva y sexual.  A diferencia de otras civilizaciones y culturas más antiguas, como son los ejemplos de la tantrica o la taoista, en las que el sexo multiorgásmico, la naturalidad y/o espiritualidad eran partes esenciales dentro de las relaciones sexuales.

El tantra percibe el universo como un tejido donde todo se imbrica, todo se sostiene, todo actúa sobre todo. André Van Lysebeth

Sea como sea cada ser y/o familia ha de elegir su propio camino para continuar aprendiendo, experimentando y reflexionando entorno a una de las mayores fuentes de creatividad y placer.

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Solo en el momento del orgasmo las personas somos <una> con nosotras mismas, <una> con la pareja, <una> con toda la creación y <una> con Dios, la energía universal de toda la vida. No existe pasado ni futuro, solo existe el presente: el eterno aqui y ahora. El hombre deja aquí de respirar. Su espíritu se vacía y relaja completamente, y a partir de este vacío, se desarrolla el nuevo y verdadero amor, la alegría divina y la felicidad iluminada. 7 Sabiduría Taoista

Y para terminar incluyo algunos párrafos del articulo de Tatiana Sibilia «Porqué el sexo no es tan sano como nos dicen en Facebook y os dejo el enlace directo para leerlo completo: Realmente me gustaría saber: ¿cuantxs de vosotrxs se han sentidx verdaderamente satisfechxs, colmadxs, extáticxs después de tener sexo con alguien con quien no había mucha conexión emocional? Donde las caricias no eran una manera de decir: “Que preciosx eres para mí” y las miradas no decían: “Me desnudo y te dejo mirar en la profundidad de mi alma”. ¿Cuánto dura el bienestar después del “blip” del orgasmo?

Me parece que nuestra cultura se está fijando más y más en todo aquello que “me sienta bien a mí”; lo que me da una gratificación inmediata, me alivia, me distrae, me hace sentir “como si” aunque no lo es… y lo que tiene profundidad, necesita tiempo y quizás un poco de compromiso, incluso voy a decir esfuerzo, es un “rollo” (¡a menos que se trate de ganar dinero!).

En mi experiencia personal y profesional he desarrollado la convicción de que, como seres humanos, somos muy delicados, frágiles y vulnerables; tiernos y deseosos de conectar, ser vistos, reconocidos, apreciados y valorados. Y también, por supuesto, somos fuertes, resistentes, atrevidos y temerarios. Pero, por lo que concierne ciertos procesos, tendemos a estar más en la primera lista de palabras que en la segunda, a no ser que nos hayamos construido una coraza para protegernos de algo que nos ha dolido.

Tengo la firme sensación de que cuando se trata del cuerpo y sus procesos más íntimos (como es juntarnos con otro cuerpo), se despiertan todas aquellas vivencias y memorias que tienen que ver con nuestras experiencias de primer amor: el contacto con nuestra madre y nuestro padre. El tipo de apego que nos cuesta mucho en términos de bienestar emocional es lo que se define como “ambivalente” y unas de sus características es justamente la de ser tratadxs sólo como “cuerpos”, con un afecto intermitente, sobre el cual no podemos contar.

En nuestra sociedad cada vez más fragmentada, aislada, autista, obsesiva, compulsiva y esencialmente vacía, me gustaría proponer una nueva receta para la salud, un cocktail de vínculos amorosos basados en la presencia, el compromiso, la capacidad de escucha y aceptación, en relaciones donde “lo que gano yo de esto” es secundario con respeto a lo que estamos construyendo juntxs, en acciones que no están fundadas simplemente en el logro de un placer sensorial efímero a pesar de sus implicaciones a largo plazo. Me gustaría que nos volviéramos a ver como amantes, seres preciosos, únicos… y no como “oportunidades” para bajar el colesterol. Para esto me tomo una infusión de regaliz.

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Materiales seleccionados de https://despertandolaeducacion.com

Imagen:https://newcosmicenergy.wordpress.com/cosmic-tantra-2/

Despertando la Educación

Muy a menudo me encuentro con posts en el newsfeed de Facebook con títulos muy curiosos como: “Chupar el pene te cura la depresión”, “Hacer sexo dos veces a la semana fortalece el sistema imunológico”, “Los beneficios de tener un orgasmo”.

Obviamente he leído estos artículos con mucha curiosidad y me he quedado un poco sorprendida por la des-contextualizacción de los resultados. Incluso una persona muy poco formada como yo en el ámbito de la neurociencia se da cuenta, con un mínimo de lectura, que los procesos neuroquímicos son tan increíblemente complejos que sacar conclusiones sobre ellos es todo menos sencillo.

embrace

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