«A una persona le pueden robar todo, menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante cualquier tipo de circunstancias, la elección del propio camino.» (Frankl, 1946)

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Este libro, en modo autobiográfico relata la vida del autor dentro de los campos de concentración de la antigua Alemania nazi. Nos acerca a la crueldad con la que los soldados maltrataban a l@s prisioner@s y como estas acciones incidieron en la mente y el alma de las personas.  Y cuando todo estaba perdido lo único que quedaba eran las personas amadas, estuviesen donde estuviesen, su salvación estaba en el amor y el recuerdo de los bellos momentos a través de los cuales se sentían menos desolad@s sintiendo que todavía tenían mucho por lo que luchar.

Así dentro del campo de concentración era vital encontrar el sentido de la vida de cada un@, algo por por lo que seguir sobreviviendo sin rendirse (pareja, familia, proyectos…). Porque quien lo perdía, si no lo recuperaba moría lentamente.

El arte, la  belleza y el sentido del humor eran el remedio a todo lo que era horrible, de este modo un atardecer les parecía lo más hermoso que habían visto nunca y poder divertirse les ayudaba a sobrevivir a pesar del secuestro y la prisión en el que vivían.

Pero de todo, lo más importante era la libertad interior,  la elección de la actitud personal ante el  conjunto de circunstancias para decidir el propio camino ya que lo que nunca nadie nos puede robar la forma en la que decidimos actuar.

«Y es que una vez nos acostumbramos al sufrimiento en el también afloran nuevas oportunidades». Frankl

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