Este libro es una verdadera obra de arte, un regalo que recomiendo para todas las familias, personas y profesionales relacionad@s con la infancia. Llegó a mí poco después de finalizar los Estudios de magisterio y es uno de mis preferidos, no solo por el gran valor que contienen sus páginas, sino por la gran admiración que siento hacia todo el equipo formado por Mauricio y Rebecca Wild y su proyecto de educación respetuosa, desde la mirada de la ecología profunda, Vídeos del Pesta y la comunidad de aprendizaje el León dormido, los cuales dieron paso a las primeras comunidades de aprendizaje en Ecuador.

Estos recursos multimedia forman parte de una cuidada y variada propuesta de MATERIALES GRATUITOS que nos ayudarán a crecer y criar en sintonía con las distintas necesidades de la vida en familia. Si decides usarlos RECUERDA QUÉ AYUDAS A MANTENER VIVA esta LABOR y esta OBRA ¡Sí! HABLAS de ella , RECONOCES la autoría de los MATERIALES Y RECURSOS y COMPARTES desde el SITIO que los reune ¡Que la manta que tejemos cubra toda la humanidad y la tierra recupere su equilibrio natural!

Rebecca muestra que todas las realidades tienen sus límites. No percibir los límites o menospreciarlos conlleva problemas emocionales, físicos o psicológicos. Por ejemplo, los límites espaciales, hoy sabemos qué los entornos saludables ayudan al organismo humano a crecer dentro de un medio ambiente que se adapta a sus necesidades auténticas viscerales e instintivas. En la actualidad, existen pocos lugares que reúnan esta condiciones a las verdaderas necesidades de l@s niñ@s, mucho cemento, edificios, centros comerciales y videojuegos, incluso en las escuelas les enseñamos a a adaptarse, más que a desarrollarse integralmente, o a descubrirse como persona.

Realmente hay mucho por hacer… Cuidar un espacio en el los niñ@s puedan actuar con independencia y libertad, forma parte del poder entender los límites. Podemos verlos como si fuesen, las paredes de nuestros hogares, en realidad más que perjudicar, consiguen que te sientas seguro. Al igual que los animales dentro de sus nidos o territorios, en ellos las criaturas pueden descubrir el medio con total libertad. Mientras l@s adult@s observan y respetan sus procesos de desarrollo.

Hoy día algunas familias, encuentran dificultades a la hora de reconocer su importancia. Sobretodo si venimos de un ambiente muy directivo en el que no se han tenido en cuenta nuestras necesidades como niñ@s. Los límites nos ayudan a reconocernos como seres individuales y a su vez a ser conscientes del entorno en el que vivimos. Durante el desarrollo infantil l@s niñ@s agradecen los límites sanos, les ayudan a situarse, a reconocerse, evitan daños más graves. Sirven de base para estructurar la consciencia personal, nuestro yo, como individuo y la de l@s otr@s, la consciencia de que no estoy solo, la consciencia transpersonal. Los límites en la familia nos acercan a la libertad, la libertad basada en el respeto de la libertad de tod@s los seres vivos de un ecosistema o comunidad. Con forme vamos creciendo los límites siguen formando parte de nuestra vida, poco a poco gracias a ellos, seremos capaces de reconocer los nuestros propios y gracias a ell@s, aquellos aspectos que podemos mejorar…

Por ejemplo para poder realizar cambios, necesitamos ponernos límites, de esta forma nace la autodisciplina: la capacidad para reconocer, actuar y responsabilizarse de las propias acciones. En mi experiencia personal he aprendido que los límites son vitales, me han servido de herramienta y gracias a ellos he podido iniciar el propio camino al auto-descubrimiento interior y crecimiento personal.

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